Por pura lógica, cualquiera pensaría que en un país donde se trabajan más horas los empleados y colaboradores son mucho más productivos y reciben una mayor paga, pero la realidad no es así y México es prueba de ello.
De entre los 38 países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), México tiene el segundo mayor promedio de horas trabajadas al año, solo por debajo de Colombia.
Y mientras son peras o manzanas con la reforma al artículo 123 constitucional que busca reducir la jornada laboral de 48 a 40 horas, México es a su vez la nación con el salario promedio más bajo y la menor productividad laboral.